Orientadores/as Laborales

¿Te suena el perfil de Orientadores/as Laborales (OL)? 

Son profesionales cuyo objetivo principal es asesorar y acompañar en el proceso de Búsqueda Activa de Empleo (proceso conocido como BAE) a personas que se encuentran en situación de desempleo o bien en mejora del mismo. Hay que tener en cuenta que dicho proceso es un camino que se va construyendo basado en acuerdos entre la persona beneficiaria del recurso y la persona profesional.

En primera instancia, citamos a la persona para una entrevista inicial individual con el objetivo de obtener información sobre su perfil profesional y formativo, sin embargo, si la persona desconoce dicha información, el/la orientador/a ayuda a enfocarlo. Otras de las finalidades es crear vínculos así como identificar necesidades, recabar datos sobre su nivel de empleabilidad para elaborar un Itinerario Sociolaboral Personalizado, lo que se conoce como IPI. La duración de dicha entrevista es de 60 minutos aproximadamente, aunque va a depender del estado en el que acuda la persona usuaria a la cita. No hay ningún problema si, en la cita, no se cumple con el objetivo de la sesión, lo más importante es atender a la necesidad de la persona ya que, de lo contrario, el proceso de BAE no va ser eficiente. Por ejemplo, si la persona muestra claros indicios de expresar algún problema o situación personal (el motivo puede ser variado: ansiedad, diferencias con la pareja, ser desempleado/a de larga duración, responsabilidades debido al cuidado de alguna persona de la familia o falta de conciliación familiar...) vamos a atender esa necesidad o ese pensamiento rumiativo primeramente y, posteriormente, cuando ya se muestre más receptiva, se procede a dar el contenido de la sesión.

Cuando ya la entrevista ha tenido lugar, realizamos un ejercicio de autoconocimiento. En la BAE es muy importante realizar un ejercicio de introspección para conocer qué emociones y reacciones están presentes ante diferentes estímulos o situaciones; conocer cuáles son las ideas, pensamientos y opiniones ante diferentes temáticas, además, de obtener información sobre las fortalezas y aspectos a mejorar propias, así como percibir qué motivaciones prevalecen tanto de forma intrínseca como extrínseca. Las personas que acuden al servicio de Orientación Laboral muestran, de forma general, dos perfiles. El primer perfil tiene claro su objetivo profesional y saben, o no, que pasos tienen que dar para conseguir su meta. El segundo perfil son personas que no tienen claro a qué se quieren dedicar profesionalmente y van dando tumbos constantemente cambiando o abandonando de trabajo asimismo como su objetivo formativo. Por lo que, este ejercicio, es lo primero que hay que llevar a cabo para empezar una Búsqueda Activa de Empleo con buen pie recurriendo a la herramienta DAFO (en otra publicación subiré preguntas que ayudarán a contestar la herramienta en la esfera laboral). 

El recurso de Orientación Laboral ofrece sesiones formativas de forma individual, adaptadas a la persona, y sesiones grupales con el principal objetivo de ampliar red de contactos mediante la realización de diferentes dinámicas al mismo tiempo que ampliar conocimientos para la mejora de competencias sociolaborales y alfabetización digital: conocimiento de plantillas de Word o Canva así como la estructura para la redacción de currículum vitae (CV), carta de presentación, autocandidatura y vídeocurrículum; conocimiento de diversos portales de empleo y su acceso; información sobre metabuscadores, agencias de colocación, empresas de trabajo temporal (ETT) y autoempleo; y, por último, entrenamiento de habilidades tales como gestión del tiempo, inteligencia emocional para el empleo, la imagen personal y laboral, lenguaje no verbal, Elevator Pitch, entre otras temáticas...

Otra tarea propia del servicio es asesorar tanto en recursos formativos como laborales. Se informa sobre certificados de profesionalidad, carnets profesionales, Educación Secundaria para Adultos (E.S.A), cursos de formación complementaria, asimismo, se notifica de ofertas de empleo además de la preparación para las distintas pruebas en los procesos de selección (entrevistas: individual, grupal, por competencias, de tensión, videoentrevista...; pruebas: psicotécnicas, profesionales, de actitud además de concurso por baremación o méritos para puestos de trabajo públicos). 

La persona orientadora siempre va a realizar acompañamiento a la persona usuaria de forma individual y personalizada en todo el transcurso del Itinerario Sociolaboral Personalizado definiendo y adaptando sus actuaciones en función de los acontecimientos realizando, en todo momento, un seguimiento exhaustivo. Se guía en el desarrollo de las competencias laborales, sociales y personales posibilitando la entrada o mantenimiento en el mercado laboral. Por ejemplo, una persona usuaria acude al recurso motivada a pesar de estar 5 años en desempleo ya que lo considera una oportunidad de cambio y fin a esa situación. Tras dos meses asistiendo regularmente a las diferentes sesiones, empieza a desmotivarse ya que no encuentra un trabajo observándose que no responde a las llamadas y no asiste a las actividades del programa ya que ha disminuido su interés. ¿Qué hacemos ante esa situación? Concertamos una cita para conversar (en un espacio donde la persona se sienta segura para poder expresarse con confianza y sin miedo a ser escuchada o juzgada por personas externas) con el objetivo de obtener información sobre cuáles son sus preocupaciones, qué emociones y pensamientos están presentes la mayor parte del día, saber si tiene alguna dificultad de otra índole que le está obstaculizando proseguir en el proceso de BAE... Según la información que la persona proporcione, se llevará a cabo la actuación adaptada a la situación, pero, lo más importante y primordial, es que la persona termine la sesión con un nivel de motivación superior al inicial. Siempre hay que destacar todo el avance que ha conseguido en el proceso, sus fortalezas y, esto es muy importante, aportar naturalidad a los aspectos a mejorar ya que el ser humano es un agente de cambio constante siendo las “debilidades” una oportunidad de reto y aprendizaje. 

Hay que tener muy presente la escucha activa en todo el proceso de ayuda en la BAE de la persona participante o persona usuaria. Con dicha habilidad, facilitamos la creación de vínculos además de establecer un ambiente seguro, asertivo y de confianza donde la comunicación se caracteriza por ser comprensiva, fluida y sin juicios. Debemos observar tanto lo que la persona usuaria nos comunica con palabras (lenguaje verbal) así como sus expresiones faciales, tono de voz, postura corporal (lenguaje no verbal) además de la manifestación de las emociones, pensamientos y patrones de conducta ante diferentes casuísticas personales y laborales. 

En esta infografía facilito, a modo de resumen, las funciones principales que lleva a cabo dicha figura profesional. Clica sobre la imagen para ampliar. 




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