El desempleo no es un fracaso, es un reto.
¿Te has quedado en el paro? ¿Llevas mucho tiempo en periodo de desempleo?
Uf! Desempleo, que palabrita más temida. No podemos estar más de acuerdo que el desempleo es desesperante ya que no sabemos el final, así como que conlleva varios factores negativos (disminución de ingresos, pérdida de rutina...) pero no quiero indagar en ello. Me gustaría resaltar todo lo que podemos permitirnos en este momento vital y la importancia de llevarlo a cabo para nuestro bienestar físico, mental y emocional.
Viajar: El desempleo es una buena época para conocer otros lugares y empaparte de otras culturas. No es necesario gastar demasiado dinero, simplemente con ir a una ciudad cerca de nuestro entorno o bien en la propia para visitar museos, calles, monumentos y, lo que más nos gusta, disfrutar de una buena comida.
Leer libros y/o ver series/películas: Tírate en el sofá y dale caña al mando a distancia. Aprovecha este tiempo para disfrutar de un buen maratón sin prisas por tener que madrugar al día siguiente. Que mejor plan que un café calentito y un buen libro que nos aleje del mundo real.
Mimarte: Cuídate como más te apetezca, pero hazlo. Una copita de vino con un buen queso, una sesión de belleza, meditar tomando consciencia del propio cuerpo, escuchar música a todo volumen y ¡cantar!...
Dormir: Acuéstate y descansa sin remordimiento. Ojo con ello ya que podemos entrar en un descontrol de la rutina del sueño, pero, no te sientas culpable por dormir una siesta o levantarte más tarde de lo normal por las mañanas.
Parar: Esta, para mí, es la más importante. En la sociedad en la que vivimos tenemos que estar en constante movimiento haciendo las cosas en piloto automático por el simple hecho de tener que hacer algo ya que sino se considera que estamos perdiendo el tiempo. ¡ERROR! Permítete parar y reflexionar sobre tu próximo paso en el camino.
No hacer nada: No siempre podemos estar activ@s y ser productiv@s. No hacer nada ayuda a aclarar las ideas, a pensar con claridad, a escuchar cómo nos sentimos y a que nuestro cuerpo-mente descanse de todo el estrés vivido.
Formarse: El desempleo es un buen momento para realizar alguna formación que sea de nuestro interés ya que podemos disfrutar del proceso con más tiempo, descanso y concentración.
Socializar sin presión: ¿Por qué digo "sin presión"? Esta claro que el desempleo se sobrelleva mejor en compañía, pero, si necesitas estar en soledad, acéptalo, respétalo y comunícalo. No es necesario acudir a todos los planes que surjan por el simple hecho de no tener excusa al no estar trabajando y tener más tiempo libre.
Caminar: O hacer deporte en general. Moverse es una actividad maravillosa para estar en el momento presente, liberar esa tensión muscular y aclarar pensamientos. Un paseo bajo el sol y una buena música es muy placentero.
Autoconocerse: Pasar tantas horas con nosotros/as mismos/as no debe verse como un hándicap sino, como una gran oportunidad para hacer un ejercicio de introspección. Indaga sobre tus emociones, fortalezas, aspectos a mejorar... Tu mejor amigo/a eres tú mismo/a.
Estar de bajón: No pasa nada absolutamente nada por experimentar apatía, ansiedad, tristeza, miedo, agobio o incluso nostalgia por el trabajo que ha terminado. Estar sin trabajo va de la mano de todas estas emociones, acompáñalas y acéptalas sin juicio.
Tener desconcierto e inseguridad: Pensamientos como "¿que va a pasar ahora?", "¿le gustaré a otra empresa?", "otra vez convencer y demostrar lo que sé", "¿y si no me contratan, qué hago?"... El hecho de no tener el control sobre que ocurrirá con nuestra carrera profesional pone en alerta nuestra sistema de inseguridad disminuyendo la autoconfianza. La marabunta de pensamientos negativos van a estar presente ya que tendemos, además, de ser muy autoexigentes, a compararnos con personas de nuestro entorno. Para trabajar en ello, apunta todas las cosas que sabes hacer, así como, las habilidades y competencias que has adquirido a lo largo de la experiencia tanto personal como profesional.
Hacer todo lo que te gusta: Disfruta de tus hobbies sin reloj. Cocinar nuevos platos, escribir post en Instagram, disfrutar de la familia, tomar una ruta de senderismo... Hay mil planes por hacer.
No sientas culpabilidad o vergüenza por hacer todas estas cosas. No siempre podemos estar activos y ser productivos para cumplir con los estándares de la sociedad ya que necesitamos un descanso para poder seguir. Estar en desempleo no es un fracaso, es un reto.
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